Del turismo de masas al sustentable: el reto de los recursos de Puerto Rico

Del turismo de masas al sustentable: el reto de los recursos de Puerto Rico

Sandra Bravo, Ph.D Programa de Recreação, Faculdade de Educação, Universidade de Porto Rico, campus de Río Piedras.
El turismo, aunque es un proceso económico y sociocultural con sus propias complejidades, es la práctica de viajar a otro lugar distinto al que se reside, ya sea por el deseo de aventura, placer, salud y educación, entre otras razones. El turismo es un derecho y a la vez un privilegio. Como derecho lo encontramos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de la ONU donde en su quinto punto expone:
“…el derecho al cambio de residencia y de trabajo, al desplazamiento y a los viajes.”
Se considera un privilegio pues no todas las personas pueden viajar en vista de las condiciones conómicas en que viven. De hecho entre los factores que afectan o influyen la decisión de viajar se encuentran: el costo, el tiempo que se dispone para viajar y la distancia del lugar que nos interesa visitar.
El turismo omo industria abarca todas las empresas que atienden las necesidades de los viajeros incluyendo: servicios de apoyo como lugares de pernoctar y restaurantes; establecimientos de venta de alimentos y farmacias; tracciones, aquellas para para ver y hacer; información y dirección como prensa y revistas; y medios para promover servicios y transportación como aerolíneas, taxis, vehículos de alquiler, entre otros. Como industria, el turismo es un renglón valioso para fortalecer la economía de los países. Los gobiernos son los responsables de crear en gran medida el ambiente propicio para este desarrollo.
Puerto Rico ha contado con líderes visionarios que desde el 1948, iniciaron el proceso formal de esarrollar la industria como parte de las responsabilidades de la Administración de Desarrollo Económico. En las últimas décadas se han registrado cambios y tendencias relacionadas a la industria turística, donde el enfoque tradicional de “sol, playa y arena” está siendo reemplazado por las modalidades de turismo verde, ecoturismo y turismo sustentable. Este cambio resulta de los impactos negativos del turismo tradicional, de las lecciones aprendidas a través del mundo en torno a la degradación de los recursos y atracciones como resultado del desarrollo o la explotación desmedida de recuros naturales. Las atracciones -sean históricas, culturales o naturales- son el motivo primar io de los viajes, al estas degradarse el efecto es nefasto para la industria y el país. La conta minación, el impacto en los valores de las comunidades donde se da el turismo, la pérdida de la experiencia única de visitar el lugar, hacen que se perjudique la demanda y a largo plazo desaparezca el turismo. Esa lección, sufrida en muchos entornos en el planeta ha dado paso a “repensar” la industria, los enfoques y a redirigir el desarrollo socioeconómico.
El ecoturismo como modalidad en la Isla tiene su atractivo y la palabra sugiere lo relativo a ecología y ambiente. De acuerdo al creador del concepto, Héctor Ceballos Lascurain, ecoturismo se define como “el viajar a áreas naturales con el objetivo de admirar, estudiar y disfrutar del escenario y sus plantas y animales silvestres , así como también de cualquier característica cultural encontrada allí.” La diferencia primaria entre el ecoturista y el turista regular o convencional es que se presupone que el primero mues
tra un interés y preocupación con el recurso, con su conservación y el segundo no. Es te último se presume viaja principalmente por disfrutar del área y las actividades que ofrece sin preocuparse por la naturaleza o cultura del lugar. La mayoría de los ecoturistas viajan a lugares donde existen áreas protegidas debido a que éstas ofrecen mejor garantía en torno a la calidad de los atractivos naturales. El ecoturista de hoy es aquel que en el pasado buscaba el turismo que catalogábamos de turismo natural y turismo cultural. Este turismo conlleva actividades y servicios que van dirigidos a conocer y explorar la flora, fauna, geología, historia y cultura del lugar que se visita.
El ecoturismo además de estar centrado en los principio s de conservación, el verdadero impacto estriba en la dirección que toman los ingresos y en quién ofrece el servicio. El ecoturismo predica que la inversión para desarrollar el servicio debe provenir de la localidad o país receptor, al igual que los materiales, servicios y mano de obra. Esto para lograr que las comunidades en o cerca de los atractivos reciban un beneficio directo de manera que sean estas quienes colaboren en la preservación del recurso. Es necesario, además, que de los ingresos que se generan, una porción se invierta en la protección y preservación del recurso mismo. De esta forma, se concientiza sobre la herencia natural y cultural, y se evita el deterioro del patrimonio de los pueblos.
El éxito de la industria turística en general y las nuevas tendencias en particular, estriba en primer lugar, en que exista un atractivo interesante o única que estimule a los turistas a visitar el lugar. En segundo lugar, tiene que existir una infraestructura, esto es, accesibilidad, informacion, servicios de apoyo, entre otros, y una estructura de precios razonables.
En Puerto Rico contamos con varios recursos únicos que cuentan con los requisitos de infraestructura para proveer ecoturismo o turismo sustentable, pero se hace necesario que se cumpla con “devolver al recurso” una porción para su conservación. La promoción de la naturaleza como un recurso turístico crea una gran presión sobre los recursos naturales, en especial sobre las reservas forestales y las zonas costaneras . Esta presión resulta en promover la naturaleza como atractivo del turismo con la visión de que la ganancia económica es lo más importante. Muchos países que han continuado con esta práctica presentan hoy día un atractivo en deterioro que incluso, se refleja en el nivel de vida de la s comunidades.
En Puerto Rico, el recurso natural primario, las atracciones únicas de la Isla, en su mayoría, están en manos de gobierno o empresas sin fines de lucro. Estas han hecho y continúan realizando un excelente trabajo de preservar estas “joyas” para generaciones futuras, aunque con enfoques diversos. Entre estas cabe mencionar al Departamento de Recursos Naturales, al Servicio Forestal y al Servicio Nacional de Parques de Estados Unidos, el Instituto de Cultura, el Fideicomiso de Conservación y la Compañía de Parques Nacionales. Estas organizaciones visionarias, ha n contribuido en gran medida a que nuestra isla no se hay a convertido en un gigantesco bloque de cemento armado. El turismo en áreas protegidas requiere de un manejo estricto para prevenir los daños al recurso.
El turismo sustentable, plantea una alternativa al balance entre la capacidad de regenerarse el recurso y su habilidad para resistir el uso de éste por los seres humanos. Busca alternativas para producir energía, para devolver nutriente s al suelo, para reducir al máximo la cantidad de desperdicios aplicando estrategias de manejo para lograr sus propósitos. No es una idea nueva, es un principio o estilo de vida que busca aprender de la naturaleza para vivir en armonía con ella. Ello no significa abandonar todo para
empezar de nuevo; es repensar sobre lo que hacemos y buscar aquellas formas para preservar los recur
sos para ésta y futuras generaciones.
Para evitar la auto-destrucción del turismo, se hace necesario que se establezcan parámetros que guíen y regulen los desarrollos turísticos y las nuevas industrias. Se hace necesario que se evalúen los proyectos para las zonas costeras o de fragilidad mirando hacia el futuro y conscientes de lo que implica un desarrollo sustentable. La existencia de estas guías, las leyes que permitan su implantación y el personal capacitado para encaminarnos, nuestros recursos y el interés por preservarlos, serán nuestra agenda de compromisohacia el futuro del turismo .sustentable
By |2016-11-02T19:34:25+00:00November 2nd, 2016|Resenãs|0 Comments