Resenã: Espacios de ocio y recreación para la construcción de ciudadanía.

Resenã: Espacios de ocio y recreación para la construcción de ciudadanía.

Espacios de ocio y recreación para la construcción de ciudadanía.

Ricardo Lema y María Jesús Monteagudo (eds.) (2016). Documentos de Estudios de Ocio, núm. 58. Bilbao: Universidad de Deusto.

En este libro y de la mano de diferentes autores pertenecientes a OTIUM. Asociación Iberoamericana de Estudios de Ocio, el ocio y la recreación se funden en un único objeto de estudio analizado desde contextos latinoamericanos y europeos que muestran la diversidad de recorridos, sentidos, usos, funciones y líneas de intervención de los que han sido objeto ambos fenómenos. Con los espacios de ocio y recreación como telón de fondo, estas páginas reivindican la importancia del ocio y la recreación como ejes facilitadores de la vida social y marco idóneo para el encuentro y la construcción de ciudadanía.

La reflexión gira en torno a tres conceptos centrales: ocio y recreación, como promotores de una ciudadanía participativa, dinámica y formada para la búsqueda activa de su desarrollo personal y comunitario; los espacios en el marco de las ciudades, contenedores privilegiados de toda acción ciudadana; y la ciudadanía, entendida como estatuto que congrega tanto deberes como derechos individuales y colectivos de las personas que habitan la ciudad.

El capítulo de Monteagudo y Lema, Iberoamérica en clave de ocio y recreación. Espacios para la construcción ciudadana, introduce la reflexión que el libro suscita a partir de algunas preguntas esenciales para entender las contribuciones del ocio y la recreación a la construcción ciudadana. ¿A qué nos referimos con el reto de hacer ciudadanía a través del ocio y la recreación? ¿Qué papel desempeñan los espacios en el logro de este reto? ¿Cuál es el potencial de los espacios públicos y privados en este proceso de construcción? Y más importante aún si cabe ¿de qué ocio hablamos cuando afirmamos que es capaz de favorecer estos procesos de construcción ciudadana?

Entender el término construir ciudadanía supone admitir que las formas de concebir al ciudadano y el rol de los espacios de ocio en la formación del mismo no han sido los mismos en el correr del último siglo. Como ejemplo, sirva el capítulo escrito por Inés Scarlato y Karen Kühlsen, El tiempo libre como problema del Estado moderno. Las plazas vecinales de cultura física en el espacio urbano montevideano. En él se evidencia el peso del Estado en la instauración de políticas que ven en el ocio y la recreación una oportunidad para el control ciudadano y la ordenación de espacios y tiempos ajenos a las obligaciones laborales. Lo cierto es que la ciudadanía no nace sino que se hace en el devenir cotidiano de la acción participativa. Para ello, resulta esencial que las instituciones públicas desarrollen a través de sus políticas las condiciones idóneas para dotar a las personas de los recursos necesarios para participar, aportar, imaginar y mejorar su entorno así como sus circunstancias vitales. En este sentido, el capítulo de Claudio Silva, titulado O poder de recrear-se: uma experiência política na democratização do acesso ao esporte e ao lazer, es un buen ejemplo del impacto positivo obtenido en la provincia de Rio Grande do Sul (Brasil), tras la implementación de políticas orientadas a la democratización del acceso al ocio y al deporte.

Este anhelo de acción participativa que conlleva el ejercicio de la ciudadanía se halla indefectiblemente unido a la ciudad y a los espacios que la conforman. Espacios, abiertos y cerrados, eminentemente públicos, -pero también privados-, que no sólo la ordenan y redistribuyen urbanísticamente sino que proveen a la ciudad y a su ciudadanía de encuentros y desencuentros, interacciones y flujos diversos de los que depende la integración y cohesión ciudadana. Sin duda, el espacio público es el principal eje vertebrador de estos procesos. Por eso, resulta inviable pensar en construcción ciudadana en ciudades carentes de espacios públicos. Durante las últimas décadas, asistimos a una creciente privatización del espacio público que, incluso en el ámbito del ocio, supone una pérdida de libertad y una amenaza para el bien común. La década de los 90 ha sido testigo de la proliferación en las ciudades de espacios privados destinados al consumo y al ocio que acababan convirtiéndose en enclaves centrales para la ciudadanía al congregar en un contexto seguro posibilidades de ocio diversas para todas las edades y colectivos. El capítulo escrito María Manuel Rocha Baptista, La experiencia de ocio de los adultos mayores en centros comerciales de Portugal, analiza desde el enfoque del ocio experiencial, el sentido e importancia que los centros comerciales pueden tener en la vida de las personas mayores. Como contrapunto, emergen también tendencias que buscan una involución de este proceso de privatización de los espacios urbanos ante la convicción de que dichos espacios son lugares privilegiados para el disfrute colectivo y la convivialidad. La experiencia de la ciudad de Bogotá, con su iniciativa de ciclovía, objeto de análisis del capítulo de Astrib Bibiana Rodríguez, pone de relieve la capacidad de la ciudadanía para reivindicar de forma pacífica y democrática sus inquietudes y aspiraciones acerca de la ciudad que desean.

Pero ¿de qué ocio y recreación hablamos? ¿Qué características deben poseer estos fenómenos para contribuir a la transformación de las ciudades y la construcción de ciudadanía? En el entendido de que no se puede democratizar el ocio sin democratizar el acceso a los espacios en que este se configura, resolver las inequidades en la distribución de los espacios de ocio y recreación es condición necesaria para evitar que el derecho al ocio se siga vulnerando en los sectores más empobrecidos. Sin embargo, la existencia de espacios de ocio no siempre es suficiente para asegurar su impacto positivo en el desarrollo humano. Hay que pensar no sólo en el diseño físico, sino también en las estrategias de participación y empoderamiento a través de intervenciones que formen una ciudanía para el ocio y la recreación. El texto de Ricardo Lema profundiza en las aportaciones que las instituciones de educación formal en Montevideo (Uruguay) realizan, desde el ámbito de la recreación, a la construcción de autonomía del alumnado infantil y juvenil. La formación integral y a largo plazo del sujeto, como complemento de su trayecto escolar, apunta a la construcción de una ciudadanía que pueda asumir la gestión de su propio tiempo y apropiarse de espacios públicos y privados desde su capacidad lúdica para recrear el entorno, las relaciones con los demás y recrearse a sí mismos.

La formación de la ciudadanía a través de actividades de ocio impacta en las nuevas formas de ser en la ciudad. Pero también las nuevas formas de pensar la ciudad, impactan en la formación de dicha ciudadanía. En esta línea, el texto de Roberto San Salvador del Valle y Macarena Cuenca, Ciudad, gobernanza y experiencia de ocio a lo largo de la vida, plantea cómo la posibilidad de alcanzar experiencias valiosas de ocio a lo largo del ciclo vital demanda la necesidad de contar con ciudades amigables intergeneracionales, gobernadas democráticamente y lideradas colaborativamente. Por su parte, el texto de Manuel Cuenca, Ocio y recreación para el empoderamiento de la ciudadanía, argumenta con acierto el papel del conocimiento, los procesos de aprendizaje y formación como fuentes inagotables de satisfacción y sentido vital en las distintas etapas de la vida. Nos recuerda que ya el ideal del ocio clásico se orientaba a la formación como algo necesario para el ejercicio de la ciudadanía y el servicio a la comunidad. Pero además, remarca la importancia del conocimiento como uno de los pilares en los que se sustenta el ocio promotor de desarrollo pues no es posible el cultivo de un ocio valioso sin formación que lo habilite.

En definitiva, esta obra permite confirmar que la contribución del ocio y la recreación al desarrollo humano pasa necesariamente por la construcción de una ciudadanía participativa, dinámica, comprometida y formada para ejercer con responsabilidad y espíritu crítico sus libertades. De ahí que las potencialidades del ocio y la recreación para el empoderamiento y construcción de la vida comunitaria no pueden ser obviadas por gobiernos, instituciones y profesionales con competencias en estos ámbitos, pues del acierto de sus políticas y estrategias de intervención depende la posibilidad de hacer del ocio y la recreación auténticos aliados del desarrollo humano.

By |2016-12-24T13:43:11+00:00December 23rd, 2016|Resenãs|0 Comments